sábado, 1 de febrero de 2014

¿Piensas que la espera desespera?

Esperar resulta muchas veces difícil cuando se quiere que las cosas sucedan en el menor tiempo posible. Anhelar que algo aparezca o que tal cosa se obtenga puede ser desesperante si se pone mucha vehemencia, dejando que la intranquilidad reine. La espera se hace difícil para quien tiene sus ojos únicamente puestos en lo que desea hacer ¿El egoísmo no estará acaso en el también llamado impaciente? Dicen que la espera desespera, pero se dice eso cuando no se sabe aguardar los tiempos necesarios para que ocurra algo ¿Por qué las cosas tienen que suceder cuando uno quiere y no cuando se debe? El querer no puede ganar al deber, eso muchas veces pasa. Es cierto que todos tenemos planes y que queremos que estos salgan de la mejor manera, en el menor tiempo posible ¿Quién no quiere lograr tal trabajo o conseguir esa mejora que tanto ha buscado? Las aspiraciones no son malas. Una persona con grandes propósitos en la vida está muy bien, es un ganador porque siempre aspira a ser mejor. El problema está cuando uno pierde tranquilidad cuando espera algo. Se que es difícil esperar porque en repetidas ocasiones nos enseñan a no esperar, a tenerlo todo en el momento, en la circunstancia ideal. La espera no es desperdicio es virtud. Los pacientes son grandes hombres que con toda seguridad llegaran a una alta cima en la vida. Ser paciente implica por un momento olvidarse de uno mismo para preocuparse por los demás, esa es pedagogía de sacrificio, de crecimiento personal. No quiero dejar de decir que la paciencia se construye día a día. En las pequeñas cosas uno aprende sobre esta virtud. Si estás esperando algo y no llega aún, no te desanimes, sigue luchando, sigue trabajando, sigue dando muestras de que no te das por vencido. Tarde o temprano llegará lo que buscas porque quien se esfuerza triunfa. La espera no es un acto nulo en donde no hago nada, la espera es el tiempo necesario para que las cosas tomen mejor forma y mejor sentido para nosotros. Al paciente nada le turba, nada le espanta porque maneja los tiempos de Dios. Cuesta esperar, pero cuando se logra el objetivo después de un tiempo, uno crece. Más poder tiene el paciente y de eso no hay duda. ¿Eres impaciente? ¿Por qué te cuesta tanto esperar? Cuéntame.

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