miércoles, 19 de febrero de 2014
COMO APRENDER A OPINAR
Se supone que todos tenemos libertad de opinión y de expresión, libertad de decir e incluso de hacer lo que creemos correcto en cada momento. Eso se aplica en el mundo de los blogs, del ocio digital y en el mundo de las opiniones de videojuegos. El ‘todo vale’ es nuestro pan de cada día, y la frase ‘es mi opinión, respétala‘ es una arma blandida demasiadas veces cuando los que tienes delante se quedan sin argumentos para revartirte.
La gente debería aprender a opinar, para luego poder opinar lo que le dé la gana. Primero deberías saber de qué estas opinando, nutrirte, aprender del tema y acto seguido, opinar en consecuencia. Lo mismo pasa con los juegos y con los análisis, primero prueba, empápate y luego opina, pero opina sabiendo. La opiniones a la ligera no son válidas, aunque la sociedad quiera hacernos ver que todo vale, que todo el mundo tiene una opinión correcta y factible, no es real.
La realidad es que el ser humano por naturaleza, opina sin saber y encima quiere que su opinión perdure en el espacio y en el tiempo. A esto se le añade que normalmente alguien que opina de algo de lo que no tiene ni idea, es decir, de lo desconocido, se basa más en el miedo que la objetividad de esa opinión y por lo tanto, la hace incorrecta.
¿Puedo opinar de una saga de videojuegos a la cual no he jugado? … Si, ¿es correcta dicha opinión? No cuando quieres debatir con argumentos, no cuando pretendes que tus argumentos estén por encima de alguien que sí ha jugado horas y horas y no cuando hablas desde el desconomiento. Por tanto y volviendo al comienzo, respetaré tu opinión cuando se den dos de estas circunstancias : te informes y debatamos tranquilamente como personas maduras sobre x tema o x juego, habiendo jugado ambos, aunque tu opinión esté en contra de la mía, tendrás todos mis respetos. Es más, quien me conozca sabe que es algo me encanta, discutir sanamente, charlar, opinar. La segunda es que si no has jugado y aún así opinas, no pretendas hacerme ver lo blanco negro, cuando ni siquiera sabes de que color estamos hablando.
Señores, hay miles de opiniones, como miles de colores, pero hay que saber opinar, hay que ir más allá, hay que ponerse en el lugar de la otra persona, aprender a debatir. No vale el todo por el todo, ni el ‘es mi opinión respétala’, esos argumentos vacíos se han quedado obsoletos. ¿Quieres opinar? infórmate, yo seré el primero que reconozca que no tengo ni idea de X tema y me encargaré de hacer lo propio, pero NUNCA intentaré imponer mi opinión sobre un tema que no tengo ni idea. Es absurdo e inmaduro… es de trolls.
Al fin y al cabo, todo esto también es una opinión.
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