sábado, 27 de septiembre de 2014
El Síndrome del 'Trabajador Quemado': una enfermedad silenciosa en las empresas
Gestión, Martes, 15 de abril del 2014.
Las empresas cada vez más exigen productividad pero si sus trabajadores están ‘quemados laboralmente’ no podrán lograr ese objetivo. ¿Tu empresa ha tomado medidas para disminuir el estrés entre los trabajadores?
Te invito a meditar en las siguientes preguntas: ¿Trabajas hasta tarde en la oficina?, ¿no almuerzas a tus horas por terminar un informe?, ¿no disfrutas de tu familia? Las respuestas las debes estar pensando, pero sabes ¿qué tan dañino puede ser el abuso de estas actividades y provocar el Síndrome del ‘Burn out’, o también conocido como Síndrome del ‘Trabajador Quemado’?
¿De qué trata este síndrome? Enrique Roig, director general de Humana Perú, lo explica de esta manera:
Síntoma 1: Angustia y ansiedad, si sientes ataques de pánico o no entiendes por qué estás nervioso ni la causa de tu intolerancia, abracadabra!, eres un ‘burnout’. Tu organismo poco a poco irá en un proceso de desequilibrio, y si no tratas este problema con un especialista, podrías generar un mal crónico o una fobia.
Síntoma 2: Cambios físicos a nivel gástrico y sudoración. En realidad es una consecuencia del síntoma 1, lo que demuestra la conexión a nivel psicosomático de este problema.
Síntoma 3: Depresión, es la típica persona que se cree la causa de todos los problemas de la oficina. Constantemente te juzgas o te autocensuras o desvalorizas, hasta que llega un momento en que tus capacidades cognitivas y mentales se inhabilitan.
En consecuencia, te enfermarás más, porque tus defensas del organismo bajarán y estarás más proclive a contraer enfermedades de diverso índole.
El psicólogo psicoanalista afirmó que el estrés no es siempre malo, mientras haya un balance entre el estímulo y la respuesta adaptativa de tu organismo, porque como sabemos una mayor demanda de trabajo genera un mayor uso de recursos y mayor capacidad de afrontamiento a problemas.
No obstante, -enfatizó- cuando la demanda es mucho mayor para la capacidad del sujeto se crea un problema y un cuadro de ‘estrés laboral’.
Los síntomas arriba mencionados son una cadena y conllevarán al final a una baja productividad en el centro laboral. En consecuencia, al uso de sustancias estupefacientes con el fin de llenar ese ‘vacío laboral’.
“Este síndrome afecta a nivel físico y psicológico, desde un incremento de estrés hasta un problema disfuncional. El caso más severo es el ‘burnout’, porque se crea un patrón difícil de llevar por sí mismo, pierde recursos y desarrolla comportamientos de adaptación negativos (como las adicciones). Sin embargo, sí se puede tratar con una atención especializada”, agregó.
Lo importante es la prevención. Las cifras hablan
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que para el 2021 la causa más importante de interferencia laboral será el estrés. De la misma manera, la depresión será la causa segunda más invalidante de nuestras labores.“Todo va de la mano. Las empresas deberían invertir en su capital humano y promover ayuda a su personal”, agregó.
Según Regus en el 2012, el 33% de peruanos señaló que sus niveles de estrés han aumentado en el último año. Los factores que más influyen son el trabajo en un 61%, clientes en un 51%, y finanzas personales y clientes en un 47%.
De una muestra de 4,000 trabajadores peruanos, el 78% dijo haber sufrido alguna vez de estrés laboral, producido por el exceso de trabajo, reuniones u obligaciones propias de la función que desempeñan.
¿Tu empresa ha tomado medidas para evitar o disminuir el estrés entre sus trabajadores? Ciertamente, el 89% de los encuestados respondió que no, y que las medidas han surgido por su cuenta. Solo un 11% tiene un programa para ello en la organización donde laboran.
“Las empresas deben darse cuenta y hacer una labor preventiva con el objetivo de reducir el estrés en sus trabajadores”, acotó.
No tomes tranquilizantes, no te automediques
El psicoanalista sostuvo que hay muchos ejecutivos que toman café, fuman tabaco, beben licor o gaseosas que contienen cafeína, inclusive toman tranquilizantes o somníferos cuando están tensos.
En otros casos, van al casino, o usan cocaína. Estas no son las medidas adecuadas para reducir tu estrés. Roig recomendó hacer mucho ejercicio físico, y sobre todo, aprender a distribuir nuestros tiempos para no ‘cargarnos’ de actividades extra.
Avanzando contra la corriente: Faruk Mustafal, el único billonario de Irak
Sulaymaniyah, Irak. 27 noviembre, 2013. Fundó la segunda compañía de telecomunicaciones más grande de Irak y tiene un patrimonio de US$ 2.700 millones, pero no figura en ninguna lista internacional de riquezas.
“Mr. Faruk es el tipo de persona que puede estar en cualquier situación y saldrá adelante de manera exitosa”, dice Shwan Taha, amigo de Faruk y fundador del banco de inversiones Rabee Securities en la capital de Irak.
Hoy, a sus 72 años Faruk Mustafal Rasool puede descansar y disfrutar de ser el único billonario iraquí que se conoce. El empresario partió de a poco, luchando contra un Estado totalitario lleno de prohibiciones que no dejaban mucho espacio para la realización personal. Pero Faruk estaba dispuesto a ir más allá, incluso si tenía que hacerlo en contra del régimen de su país.
La primera vez que vio un teléfono celular fue en 1998, mientras se recuperaba en un hospital de Londres tras una cirugía cuádruple de bypass. Fue en ese momento que comenzó a rondar en su cabeza la idea de ingresar estos equipos a su país.
A través de la frontera con Turquía comenzó a contrabandear teléfonos y transmisores a su ciudad natal, Sulaymaniyah y tiempo después construyó la primera red inalámbrica de Irak. En 1995 compró un equipo satelital de Estados Unidos por US$ 15.000 con el fin de crear un centro de llamadas internacionales en su ciudad natal, conocida por sus residentes como Suli.
En 1999 esa iniciativa se convirtió en Asiacell Communications PJSC, compañía de telecomunicaciones móvil que hoy cuenta con más de 10 millones de usuarios, una red de 83 distribuidores y sus servicios están disponibles en más de 6.000 lugares de venta a lo largo de Irak. Son la segunda compañía de telefonía móvil más grande del país y fueron los primeros en lograr cobertura nacional. En 2003 se asoció a la compañía National Mobile Telecommunications de Kuwait y se adjudicó la licencia para operar una red inalámbrica GMS en el norte de Irak que funcionaba de manera irregular, pero que cuatro años después mejoró gracias a que Asiacell, respaldado entonces por la compañía privada MerchantBridge & Co y el gobierno de Qatari, logró un contrato de US$ 1.250 millones para entregar servicios de telefonía móvil en todo Irak por 15 años.
Avanzando contra la corriente: Faruk Mustafal, el único billonario de Irak
Asiacell hoy tiene cerca de 10,5 millones de usuarios y su red cubre casi el 97% de las zonas pobladas del país árabe.
Faruk Mustafal actualmente es presidente de Asiacell y dueño del 28%, participación valuada en US$ 1.400 millones y vendió cerca de US$ 720 millones en acciones en la IPO que se realizó en febrero. La Initial Public Offering de Asiacell se convirtió en la más grande de su país y la más grande en el Medio Oriente desde 2008. A través de su grupo de holding además tiene intereses en otros rubros como construcción, cemento, seguros y productos de acero entre otros y tiene un patrimonio neto de aproximadamente US$ 2.700 millones. Aún así nunca ha aparecido en alguna lista internacional de riqueza.
Fakur ha sido calificado como un pionero y poseedor de un espíritu empresarial que no es muy común, especialmente en un país acostumbrado a la represión como Irak.
EL PODER DE LA MEDIOCRIDAD¡¡¡¡¡¡¡
Hoy en día, la expresión “es mediocre” es una de las peores que se pueden usar para definir a un producto, un proyecto o una persona. Todo lo gris y lo fallido, lo que no tiene brillo, se adscribe al calificativo de mediocre.
Muchas de nuestras acciones, tanto las que hacemos para ser brillantes como lo que hacemos para evitar ser tildados de pertenecientes al montón, están pensadas para alejarnos del campo de la mediocridad.
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groucho y dumont
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En una película de los hermanos Marx, la actriz Margaret Dumont le dice a Groucho después de que le haga una perrería: “¡Usted es un hombre horrible!”, a lo que él responde: “Un momento, señora. ¿Comparado con quién?”
Este es el quid de la cuestión
Mediocre, comparado con quién
La mediocridad exige siempre un término de comparación: y ese término suele estar en nuestro entorno. Dada la ubicuidad de las comunicaciones, en cualquier cosa que hagamos vamos a encontrar ejemplos de excelencia a nivel mundial.
Si te pones a programar, en un par de clics puedes encontrar ejemplos de programadores geniales que llevan programando desde que tienen uso de razón y a los que difícilmente te acercarás nunca en expertismo. Si empiezas a dibujar o pintar, tienes delante de ti toda la historia de la pintura mundial para ponerte en tu sitio; o puedes ir a una academia y compararte con otros compañeros; no de nivel mundial, pero sí expertos que te harán sentir inferior sin ni siquiera proponérselo. ¿Eres bueno jugando al ajedrez? Quizá con tus amigos y en tu barrio o en tu club, pero prueba a participar en un torneo a nivel nacional para sentir que eres un principiante al lado de los verdaderos maestros.
No importa el campo de actividad humana que elijas; cuando empieces y cuando lleves años de práctica, vas a poder sentirte mediocre con mucha frecuencia. Si quieres obviar el dato, solo lo podrás hacerlo aislándote en una burbuja donde no interacciones con gente que haga lo mismo que tú. Quizá en una disciplina muy concreta y en un entorno muy cerrado puedas sentirte, no digo ya el rey de la montaña, sino un jugador, programador, pintor, bailarín o trabajador competente.
La mediocridad es el modo inicial y por defecto del ser humano
Así que ahora que ya hemos descubierto y aceptado que seremos siempre comparativamente mediocres, y que nuestra presunta excelencia seguramente palidecerá ante muestras presentes y futuras de expertos más expertos que nosotros, veamos qué actitud podemos tomar ante este hecho incómodo de la existencia:
Cualquiera que empieza a hacer algo nuevo es mediocre. Aceptar la mediocridad al principio es la única forma de aprender algo. O cejaras en el empeño muy pronto.
Después de años de practicar algo, vas a encontrar ejemplos de personas que son mucho mejores que tú o que aprendieron lo mismo en mucho menos tiempo o con más facilidad. Los seres humanos somos tan diversos que hay siempre gente que aprende cosas más rápidamente y con menos esfuerzo. Siempre será así. Repite conmigo: “soy mediocre y siempre que esté vivo lo seré”.
Los errores son síntomas de mediocridad, pero también prueba de que estás empujando tu frontera de posibilidades vitales. Estás embarcándote en un proyecto que te queda grande, eres un “quiero y no puedo”. Bravo. Quizá estés aprendiendo algo.
La actitud experimental, base del cambio y el crecimiento, solo puede ir de la mano de una tolerancia instrumental de la mediocridad. Siempre serás mediocre en la mayoría de las cosas; solo en unas pocas podrás dejar de serlo, al menos un poco. Vive con ello.
Adopta una mentalidad de crecimiento y no una mentalidad fija
Quizá lo más importante para vencer el miedo a la mediocridad sea el sacar al ego de la ecuación: no estar pendiente constantemente de lo que tus resultados dicen de ti, de tu valía, de tu carácter, de tu valor como persona. Así que será mejor que te fijes en lo que quieres conseguir, y en lo que consigues, para acercarte más a lo primero. No uses tus acciones para apuntalar el ego.
La mentalidad fija es la mentalidad que va asociada a una concepción frágil del ego: lo que obtengo en un momento dado es un signo inequívoco de mi potencial y del concepto que tengo que tener de mí mismo. Digo que es frágil, porque depende de los términos de comparación. Y porque cualquier error o fracaso es una prueba de que no eres bueno o que si te creías bueno quizá no lo seas tanto.
Para el que vive en una mentalidad fija, la mayor prueba de mediocridad es que las cosas no le salgan fluidas o que tenga que esforzarse mucho para dominar algo. Cuanto más se esfuerza, mayores las pruebas de mediocridad. El mayor elogio para alguien que vive en una mentalidad fija es: “eres inteligente” o “eres brillante” o “esto se te da bien”.
La mentalidad de crecimiento es la que considera los recursos personales, la inteligencia entre ellos, como una variable, no una cantidad fija. De esta manera no podemos decir “soy inteligente” sino “estoy siendo inteligente” (en un momento, lugar y para una actividad determinada). Los errores no son más que señales de que hay que cambiar el rumbo o intentar una meta de otra manera.
El mayor elogio para alguien que vive en una mentalidad de crecimiento es: “te has esforzado mucho”, o “en esta ocasión has hecho esto y eso con éxito para conseguir aquello o lo otro”. El esfuerzo, la frustración temporal, las dificultades, son un síntoma natural de que estás avanzando o aprendiendo algo. La facilidad no es más que repetición de lo que ya haces bien, no un signo de brillantez personal.
En resumen, ¿cuál es el poder de aceptar la mediocridad?
Te libera para equivocarte con gracia, te quita el lastre del cuidado continuo de la imagen personal de cara al exterior y ante ti mismo; pone el foco en lo que importa: lo que haces y su relación con los resultados que obtienes; y te ayuda a cultivar una sana y chispeante mentalidad experimental.
TODOS CONTRA EL EMPRENDEDOR......La historia real
Los emprendedores tienen características comunes tales como el sentido de la oportunidad y la constancia en su idea. Si es una persona decidida, toma este camino porque piensa que le puede proporcionar mejores compensaciones que las que se podrían obtener como empleado raso o con cargo directivo en una empresa.
Se ha definido al emprendedor como un productor de valores de mercado, que está en permanente alerta para descubrir las oportunidades que aún no han sido descubiertas y actúa en consecuencia para aprovecharlas.
emprendedor.jpgSon individuos con visión, que manifiestan una conducta y orientan su comportamiento al desarrollo de una actitud emprendedora, generando y aprovechando ideas innovadoras, desarrollándolas como oportunidades de negocio rentable en las que normalmente comprometen su tiempo y esfuerzo.
El emprendedor es una persona que percibe la oportunidad, que tiene confianza en su idea, que tiene una capacidad de convocatoria y de convicción mayor que el promedio, que sabe vender las ideas y, sobre todo, que tiene la capacidad de ofrecer resultados.
Espíritu emprendedor
El espíritu emprendedor es sinónimo de innovación, cambio, fundación de una empresa y toma de riesgos.
El emprendedor es una persona que, percibida una oportunidad que ofrece el mercado, tiene la motivación, el impulso y la habilidad de movilizar recursos a fin de ir al encuentro de esta oportunidad.
Una persona con fuerte confianza en sí mismo, en sus capacidades y en sus ideas; que es capaz de transformarlas en realidades y apostar por ellas con todas sus fuerzas para sacarlas adelante y convertirlas en empresas exitosas.
Un emprendedor es aquella persona que convierte una idea en un proyecto concreto, en una realidad que genera algún tipo de innovación.
No todos los emprendedores son iguales, pero se pueden mencionar características que todo emprendedor debe tener:
+ Energía para poder enfrentar las dificultades del comienzo y superarlas.
+ Atreverse a enfrentar riesgos.
+ Convicción en el propio proyecto como rumbo de vida profesional.
+Decisión de dedicar al proyecto su tiempo, esfuerzo y recursos.
+ Disfrutar de los desafíos y no dejarse vencer en momentos de crisis.
+ Aceptar el fracaso como camino hacia el éxito.
+ Capacidad para relacionarse y saber crear un clima de armonía con sus compañeros de trabajo, sus proveedores, sus clientes...
+ Ser hábil comunicador para expresar sus ideas con claridad y concreción.
+ Atesorar cualidades como ser creativo e innovador, tener iniciativa, ser independiente, pero capaz de encontrar apoyos, ser valiente pero calculando el riesgo, afrontar los retos de manera positiva, ser persistente y resistente al fracaso, estar bien informado y no negarse a acudir a expertos.
El emprendedor debe saber aprovechar las circunstancias y elegir el momento, para desarrollar su idea, no cayendo en algunos errores como:
+ Pensar que todas las buenas ideas son novedosas. La clave es resolver mejor productos o servicios demandados por el mercado.
+ Imaginar que el producto se venderá solo. No basta con tener un buen producto, es necesario realizar una estrategia para dar a conocerlo y venderlo.
+ Pensar que, por ser el primero, conseguirá el éxito. Si el producto o servicio es bueno pronto habrá competidores dispuestos a superarlo.
+ Considerar que innovar no tiene importancia. La competencia es feroz.
+ No trabajar en equipo, que es uno de los errores más comunes, al creer que se puede hacer todo solo.
+ No tener idea de los números de la empresa o no saber interpretarlos. Costos de producción, ventas, márgenes,... Sin su control, lo más probable es que el negocio se le escape de las manos.
+ No ser realista al confeccionar una proyección o un presupuesto y no tener en consideración todos los factores que puedan afectarlo.
+ Creer que se las “sabe todas”. Conocer las propias limitaciones y recurrir al consejo de expertos hará que los problemas se resuelvan antes.
+ No estar abierto al cambio o sin la conciencia de que, a medida de que la empresa se vaya desarrollando, se van a ir suscitando modificaciones obligadas para que la compañía perdure en el tiempo.
Factores que favorecen un espíritu emprendedor
Los factores que favorecen el nacimiento del espíritu emprendedor son la educación y no referida sólo a la académica, la sociedad y el marco que regula las actividades económicas y, finalmente, el fácil acceso a información crucial para la toma de decisiones.
El 50 por ciento de las innovaciones tecnológicas y de procesos provienen de este segmento empresarial de los emprendedores, y este número aumenta hasta el 95 por ciento en el caso de tecnologías o innovaciones radicales. Estos datos hablan por sí solos del papel que tienen los emprendedores como motor de la economía, pues, además, hacen las cosas de forma diferente, más rápidas, más eficientemente, con menos recursos y más baratas.
Frente a esta realidad, existe otra: la de los dueños de negocios que pelean diariamente para intentar sobrevivir, con bajos niveles de ingresos y un bajo potencial de crecimiento. Que carecen de valor agregado y motivados exclusivamente por la búsqueda del auto-empleo. Ni tienen capital ni reúnen las características apropiadas para obtenerlo.
Deben poner en marcha lo que podría llamarse el “emprendimiento racional”. Los emprendedores no pueden ser demasiado optimistas o incautos.
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